La colza, la semilla que se utiliza para producir aceite de canola, ha ganado popularidad con los años, convirtiéndose en el segundo cultivo más importante para la producción de aceite. Por lo tanto, existe una creciente demanda tanto de colza como de sus aceites, lo que convierte la producción de aceite de canola en un negocio muy lucrativo. Los principales proveedores de aceite de canola en todo el mundo son Canadá, India, China, Europa y Australia. Incluso en otras zonas, es cada vez más común que los emprendedores potenciales se incorporen a la industria del aceite de canola. Para quienes estén interesados, veamos cómo se produce el aceite de canola. Por supuesto, lo primero que se necesita es mucha colza. Luego, se debe adquirir maquinaria pesada. Esta maquinaria consiste en equipos de limpieza, hornos, prensas y máquinas de refinería.

Equipo principal para establecer una planta procesadora de aceite de canola

¿Cómo se produce el aceite de canola? Si bien la extracción de aceite comestible es un proceso complejo, existe un gran mercado para el aceite de canola. Cualquiera que disponga del tiempo y el capital necesarios para adquirir estas máquinas y acceder a cultivos de colza se beneficiará sin duda del creciente mercado del aceite de canola, lo que lo convierte en una empresa muy lucrativa para la persona adecuada.

Proceso de fabricación de aceite de canola crudo

  • Máquina de limpieza de semillas de colza

En esta parte se eliminan los materiales dañinos e indeseables de las semillas. El equipo de limpieza incluye una gran criba por la que se introducen las semillas de colza para separar los residuos. Un mecanismo de succión puede ayudar en este proceso. Se utilizan otros dispositivos, como un separador magnético, para separar las impurezas no deseadas, como minerales y trozos de metal. El proceso de limpieza es fundamental tanto para la eficacia de la producción como para la calidad del aceite.

Una vez que el aceite es puro, se utiliza una descascarilladora para convertir las semillas de colza en trozos más pequeños y facilitar su procesamiento. La semilla prelimpiada se descascara inicialmente en molinos de rodillos con un paso estrecho para romper físicamente la cubierta de la semilla. El objetivo es romper la mayor cantidad posible de paredes celulares, asegurando al máximo la ruptura celular sin perjudicar la calidad del aceite. La calidad es un aspecto importante de este proceso, ya que conserva la calidad de la semilla; el aceite producido será más refinado. El grosor de las escamas se mantiene entre 0,3 y 0,38 mm.

  • Máquina para cocinar y tostar semillas

Se utiliza una tostadora o máquina de cocción al vapor para calentar las semillas de colza y así romper térmicamente las células oleosas que han sobrevivido al descascarillado, reducir la viscosidad del aceite, desnaturalizar las enzimas hidrolíticas y ajustar la humedad de las escamas. Posteriormente, se aumenta la temperatura para inactivar la enzima mirosinasa, lo que facilita el manejo de las semillas y permite una extracción más eficiente de sus aceites. Una tostadora adecuada ayuda a lograr la cantidad adecuada de calor y humedad en las semillas de colza. La mayoría de las tostadoras cuentan con un mecanismo para remover la cosecha y asegurar una cocción uniforme, lo cual es fundamental para una extracción óptima.

  • Máquina de extracción de aceite de canola (prensado por tornillo)

Tras la cocción, las semillas se introducen en una prensa de aceite de canola con alimentador, donde se extrae el aceite de la colza mediante procesos mecánicos. Se utiliza fricción, presión y, en ocasiones, calor para separar los aceites de las semillas de colza de los demás componentes no deseados. El material restante se filtra, dejando solo el aceite crudo de la colza.

  • Máquina de extracción por solvente

El prensado de tornillo extrae aproximadamente el 60 % de aceite de las hojuelas de semillas. El aceite restante se elimina mediante un método de extracción con solventes. Se trata con hexano, un proceso especialmente refinado para la industria oleícola. La torta se impregna con solvente. El extractor de aceite crea entonces una extracción continua a contracorriente. Una serie de bombas rocían un solvente sobre la torta, aumentando la proporción de solvente a aceite. Tras un nuevo lavado con solvente, el orujo que sale del extractor contiene menos del 1 % de aceite.

La harina de colza se somete a un proceso de desolventización para eliminar el solvente del orujo mediante un tostador desolventizador. La eliminación final del solvente se completa mediante la inyección de vapor vivo, un proceso llamado tostado. Durante ambos procesos, la harina se calienta a 95-115 °C y la humedad aumenta al 12-18 %.

Finalmente, el aceite de colza crudo se introduce en la refinería para obtener el producto al que están acostumbrados los consumidores. La refinería gestiona cuatro procesos principales: desgomado, refinado alcalino, decoloración y desodorización. El refinado elimina compuestos como fosfolípidos, ácidos grasos libres, pigmentos de color y partículas. Estos procesos pueden implicar tanto disolventes químicos como procesos mecánicos, como calor o filtros. El desgomado extrae la sustancia pegajosa restante del aceite crudo, compuesta por fosfolípidos o gomas finas que contribuyen a la composición completa de las semillas de colza. El refinado alcalino elimina los ácidos grasos libres del aceite, prolongando su vida útil. La decoloración y la desodorización trabajan en conjunto para crear un producto más atractivo, dando lugar al aceite de canola que los consumidores conocen y aprecian en los supermercados locales. También se necesitan equipos de envasado o llenado de aceite para una línea completa de producción de aceite de canola a escala comercial.